Las bujías de precalentamiento forman parte del motor diésel del carro y su principal función es, una vez que está en marcha el automóvil, ayudar a que éste no contamine con la generación de humo negro. Además, en los modelos de motores diésel más antiguos, las bujías de precalentamiento trabajan durante el arranque, para calentar las cámaras de combustión de los cilindros. Como vemos, tienen una labor clave en el sistema del motor. Para su buen mantenimiento, en unComo.com te explicamos cuándo cambiar las bujías de precalentamiento.
1. En el manual de mecánica de nuestro carro, si es completo, deberían indicarnos el periodo recomendado de vida útil de las bujías de precalentamiento, pasado el cual éstas dejarían de trabajar de forma correcta. Nunca debemos superar este tiempo, pero en función del uso que le demos al carro, es posible que tengamos que hacerlo antes.
2. En el caso de que no notemos ningún problema previamente, cuando el carro tenga un recorrido de 120.000 kilómetros, ya debemos ir pensando el proceder al cambio de las bujías de precalentamiento.
3. Si durante la marcha o en el momento de arrancar el carro, notamos que sale mucho humo negro por el tubo de escape, esto se puede deber a que falla una bujía de precalentamiento. Aunque solo sea una la que esté estropeada, tendremos que cambiarlas todas, para evitar desequilibrios en el sistema.
4. Otro síntoma que nos indica que ya debemos cambiar las bujías de precalentamiento es que al carro le cuesta demasiado arrancar, sobre todo cuando la temperatura externa es más baja de lo habitual.
5. Durante el encendido del motor, se enciende en el salpicadero del coche una luz amarilla con el símbolo de un muelle o resistencia. Esto es normal, pero si este aviso continúa encendido durante la marcha, deberemos proceder al cambio de las bujías de precalentamiento.
El momento para cambiar las bujías puede variar en función de los modelos, aunque por norma general suele ser aproximadamente a los 120.000 kilómetros. Normalmente en ese momento un motor diésel comienza a arrancar mal, y si no se hace el cambio puede llegar a ser imposible hacerlo.
Si no se ha llegado a esa cantidad de kilómetros, pero se nota que el arranque cuesta, lo mejor es hacer el cambio para evitar una avería. En caso de producirse, el precio de una reparación será más alto. A menudo suele ser necesario hacer el cambio más pronto en zonas con temperaturas frías, ya que en ellas el esfuerzo para arrancar un coche diésel es superior y desgasta más estas bujías.
Hay algo que debemos tener muy en cuenta: aunque sea solo una bujía la que no funcione correctamente, será necesario cambiarlas todas. Una vez aclarado esto, los pasos para hacer nosotros mismos el cambio son los siguientes:
Como puede ver, hacer algunas tareas de mantenimiento y reparación no son demasiado complicadas. Además ahorraremos un buen dinero si las hacemos nosotros mismos.